triada
Por la gravedad
Se sumergió en la piscina del líquido grumoso de la subsistencia
Cubierta de las hojas caídas de la urbanidad más cotidiana
Y nadó y nadó y nadó lo más que pudo
Nadó y nada.
Tuvieron que rescatarlo lanzándole cuerdas de estrellas
Aun respira agitado por los rincones de su refugio.
Pues siempre cuesta subir la montaña en su parte más empinada
Las palabras
Las palabras perdieron su eco apostándole al camino
Y desde entonces no han vuelto a ser las mismas
Se les ve melancólicas vagar por las calles de las ciudades
Buscando consuelo en paredes, aceras, puentes, afiches de publicidad
O bien emborrachándose en las bocas de los renovados amantes
(A veces incluso mendigan)
Viajan por el mundo buscando consuelo
Pues extrañan al eco como nunca habían extrañado algo
¡Oh! Eco mío, vuelve a mi... vuelve a mi” se les oye decir
Pero una vez transitado el camino no hay vuelta atrás.
Re(al-imento)
Me miras sonriente con dulzura entre tus trazos
Amasando con tus manos los vestigios de mis pasos
Mientras en tu carita adornada por la luz encadenada
Aletea juguetón un caballito de mar hecho blanca llama
(Las palabras (verso para ser leído en voz baja))
¡Cómo no han de calzar en su lugar las palabras ante semejante hermosura!
(los cuerpos (verso para leído en voz aun más baja))
¡Cómo no han de reposar jadeantes los cuerpos que se pierden entre la bruma!
Pues se requieren pies demasiado cansados de andar
Para despreciar el guiño de la vida, en medio de esta hambruna que llena
los vientres
------------------------ de vacío,
las mentes
-------------------------de hastío
y los corazones
-------------------- de crudo frío.