lunes, agosto 11, 2008

triada


Por la gravedad

Se sumergió en la piscina del líquido grumoso de la subsistencia

Cubierta de las hojas caídas de la urbanidad más cotidiana

Y nadó y nadó y nadó lo más que pudo

Nadó y nada.

Tuvieron que rescatarlo lanzándole cuerdas de estrellas

Aun respira agitado por los rincones de su refugio.

Pues siempre cuesta subir la montaña en su parte más empinada


Las palabras

Las palabras perdieron su eco apostándole al camino

Y desde entonces no han vuelto a ser las mismas

Se les ve melancólicas vagar por las calles de las ciudades

Buscando consuelo en paredes, aceras, puentes, afiches de publicidad

O bien emborrachándose en las bocas de los renovados amantes

(A veces incluso mendigan)

Viajan por el mundo buscando consuelo

Pues extrañan al eco como nunca habían extrañado algo

¡Oh! Eco mío, vuelve a mi... vuelve a mi” se les oye decir

Pero una vez transitado el camino no hay vuelta atrás.

Re(al-imento)

Me miras sonriente con dulzura entre tus trazos

Amasando con tus manos los vestigios de mis pasos

Mientras en tu carita adornada por la luz encadenada

Aletea juguetón un caballito de mar hecho blanca llama

(Las palabras (verso para ser leído en voz baja))

¡Cómo no han de calzar en su lugar las palabras ante semejante hermosura!

(los cuerpos (verso para leído en voz aun más baja))

¡Cómo no han de reposar jadeantes los cuerpos que se pierden entre la bruma!

Pues se requieren pies demasiado cansados de andar

Para despreciar el guiño de la vida, en medio de esta hambruna que llena

los vientres

------------------------ de vacío,

las mentes

-------------------------de hastío

y los corazones

-------------------- de crudo frío.