Nuestra nueva lluvia
Un líquido dulzor que me toca el hombro izquierdo y me sonríe sobre el derecho
las gentiles gotas de lluvia caen tímidas de interrumpir nuestro abrazo.
Entonces la buena suerte me invita a hacer malabares
Y sucumbo en complacencia ante la transparente calma de nuestra envolvente envoltura)
Para hacernos música en el silencio y volvernos deliciosos
en el instante mismo en que el tiempo se extiende y se contrae
en un movimiento telúrico de amor,
de placas tectónicas que se chocan como los amantes nocturnos
Y mis versos acaban en ti como la nieve en el mar
Y mis besos acaban en ti como la sal en la tierra
Disfrutando de ser andariegos sobre las calles tenues de la ciudad invisible
en la que nos perdemos una y otra vez y que hoy es nuestra
sólo porque andamos tomados de la mano sin tocarnos
desnudos de lo innecesario
mientras cada paso nos acerca más al amor que hacemos y que haremos
pues eres la llora al pasar bajo el puente
que te lleva a casa
para zambullirte en la selva y el río
que atraviesa el aire
como un solo de flauta traversa
al respirar el aire grueso que emana de las hojas verdes
como el color de la vida
pues cuando por ti miro al cielo
las nubes pintan en mi como lienzo de buen ánimo
de esperanza resucitada
y de fe florecida felizmente
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